domingo, 17 de abril de 2011

FUENTES

Vecinos de Zaramaga critican que la plaza Zuberoa es una piscina
IPARRALDE VUELVE A ALERTAR DEL PELIGRO DE RESBALONES EN EL ACCESO AL CENTRO CÍVICO

La asociación pide al Consistorio que aumente la superficie de las rejillas de las fuentes para que la zona no se encharque



VITORIA. "La plaza Zuberoa parece una piscina". La llegada -intermitente- del buen tiempo ha reactivado las fuentes situadas cerca de la entrada al centro cívico Iparralde y ha encendido también las críticas de los vecinos. La asociación vecinal Zaramaga Iparralde critica que el Ayuntamiento no haya actuado todavía para evitar que la zona se encharque, puesto que "el riesgo de resbalones es grande". El portavoz del colectivo, Fernando Cuesta, trasladó estas reclamaciones al equipo de gobierno durante el consejo territorial de Iparralde celebrado esta semana. Y lamenta que, por ahora, no haya un compromiso para subsanar el problema.

La reforma de la plaza Zuberoa se incluyó en un proyecto más amplio del Ayuntamiento de Vitoria, redactado a mediados de 2008, que incluía también a portal de Legutiano. En el caso del espacio situado frente al centro cívico Iparralde, el estudio consideraba que se trataba de una zona "atractiva" -por su situación entre Reyes Católicos y Reyes de Navarra, sus dimensiones (2.300 metros cuadrados) y su cercanía a un equipamiento municipal- que, sin embargo, arrastraba un pavimento deteriorado. Y, en su reurbanización para crear un nuevo punto de encuentro para los vecinos, se apostaba por crear una "fuente cibernética iluminada". Este elemento, que usa un circuito cerrado de agua, conllevaba la instalación de nueve chorros sobre nueve arquetas cubiertas por una rejilla, para que captaran el líquido "que pueda salpicar".

Los propios vecinos se implicaron en el diseño de esta plaza, pero pronto surgieron las críticas. Ya en agosto de 2010 se denunció a través del buzón ciudadano que las fuentes se habían cambiado pero no activado. Y, cuando entraron en funcionamiento, surgieron nuevas dudas. Zaramaga Iparralde ya denunció hace casi seis meses que el agua campaba a sus anchas por la plaza y, por ello, solicitó al Ayuntamiento que estudiara de forma "urgente" cómo solventar el problema. En su opinión, debían "aumentar las rejillas" y potenciar la limpieza de la zona, ya que la suciedad impedía la captación del agua.

Durante el invierno, estos chorros se apagaron, por lo que Cuesta confiaba en que se hubieran producido avances. No ha sido así. Los últimos días de relativo calor han reactivado las fuentes y, con ellas, los charcos. "La situación sigue exactamente igual. Además, hablamos de una zona de acceso al centro cívico, donde pasan habitualmente muchas personas mayores", alerta.