jueves, 29 de septiembre de 2011

OLVIDOS

En el debate sobre el estado de la ciudad hubo un capítulo que no se abordó. Una cuestión de gran importancia para los ciudadanos y que no parece despertar mucho interes entre los políticos locales. Me refiero a la seguridad ciudadana. Entiendo que el Gobierno de la ciudad no haya hecho ninguna mención al respecto ya que es un aspecto de la gestión municipal muy dificil de abordar, pero la oposición que es a la que corresponde fiscalizar al gobierno no la ha mencionado.



Esto demuestra que una parte de nuestros representantes no conecta con lo que verdaderamente preocupa a la ciudadanía. Se muestran insensibles ante un problema creciente en la ciudad como es la delicuencia, aunque los últimos datos nos conceden una relativa tregua. Llevamos reclamando desde hace ya demasiado tiempo que haya un despliegue de los agentes de policía por la ciudad de forma efectiva y ningún partido de la oposición ha instado al gobierno para que de a conocer sus planes al respecto.



Todo lo expuesto nos indica que durante esta legislatura habrá una oposición desconocedora de lo que ocurre en la ciudad. Nos espera una legislatura en la que el gobierno de la ciudad tendrá en frente unos grupos carentes de responsabilidad representativa. En este primer debate de calado no han estado a la altura de lo que se esperaba. Confiemos que se aplique en su trabajo y den la talla. De lo contrario la ciudad se verá perjudicada.

domingo, 25 de septiembre de 2011

REORIENTACIÓN

Ya no causa sorpresa las reacciones contrarias a la modificación de acceso a las prestaciones sociales. Forma parte de la liturgia. El endurecimiento de los requisitos para poder ser receptores de las ayudas se ha interpretado, como un ataque a los más necesitados. Es decir sin un análisis pausado y racional se lanzan consignas sin argumentos sólidos. Tienen como objetivo colocar a la ciudadanía en frente de los administrdores políticos.

Desde la administración se persigue una reorientación de las prestaciones sociales, atendiendo a lo que desde la calle se viene reclamando, lo cual no significa carta blanca para desarrollar un programa de recortes. Los gestores políticos deben imprimir racionalidad. Los tiempos dificiles por los que atravesamos lo exigen. La crisis que nos azota ha traído consecuencias muy negativas. Las instituciones tienen las arcas vacías, disponen de menos recursos lo cual significa que disminuye su capacidad de respuesta.Se han suspendido inversiones estratégicas por falta de fondos, pero un capítulo no se ha visto recortado. El de lo social. La ciudadanía lo exigía. Los recursos asignados para ayudas a los más vulnerables no han sufrido restricciones, pero su gestión dada su relevancia ha de ser exquisita. Se debe actuar con efecacia para evitar que se cuelen en el sistema asistencial los timadores con vocación de sabotear a la sociedad. Es la labor que una administración responsable debe realizar.

Los recursos públicos que son finitos deben ser administrados de tal manera que los requisitos para tener acceso a ellos deben adecuarse a la realidad.Con ello el reparto será más justo. Significa por tanto primar algunos requisitos para evitar el llamado efecto llamada por el que se podrían colar comportamientos insolidarios. Vincular todo esto con el racismo o la xenofobia como algunos responsables políticos pretenden es obceno. Debilita la esencia de la contribución de las instituciones a los ciudadanos.

En política no todo vale existen líneas que no deben traspasarse. Apuntar como racistas las medidas que protegen a quienes menos tienen perjudica la imagen de los políticos. Están para hacer de la utopía una realidad. Nos sobran los demagogos que no son resolutivos. Los ciudadanos aspiramos a que se nos den respuestas. Respuestas que nos hagan sentirnos orgullosos de la sociedad en la que vivimos. Tenemos el derecho a que se cumplan todo aquello a lo que aspiramos de una manera racional. Colocar fronteras a las actitudes que van contra los ciudadanos es legítimo. Poner trabas a los proyectos que favorecen la convivenciaa es un serio atentado contra la libertad.

LOS LÍDERES MUSULMANES CONSIDERAN INNECESARIA LA MEZQUITA DE ZARAMAGA

CRONOLOGÍA
Mayo. Zaramaga rechaza la apertura de una mezquita en Martín Olave, tema que entra en el debate electoral.
Junio. Arrojan sangre y carne de cerdo en el local, que posee licencia de obra desde marzo.
Julio. Aparecen pintadas racistas en la fachada de la lonja, cuya ubicación no tiene el visto bueno del alcalde ni de 2.000 vecinos.
Agosto. El Gabinete Maroto se reúne con diferentes colectivos y ofrece llevar la mezquita al viejo vestuario de La Vitoriana.
Septiembre. El barrio no acepta la nueva ubicación y el regidor pide un mes de plazo para tomar una decisión al respecto. .La capital alavesa debate desde hace ya cinco meses sobre la apertura de una mezquita en el barrio de Zaramaga, un asunto que lejos de cerrarse suma nuevas opiniones cada cierto tiempo. En esta ocasión, han sido los líderes de la comunidad musulmana en Vitoria quienes han querido explicar a EL CORREO su postura sobre este proyecto. «Ahora mismo no es necesario», resumen mientras piden a los promotores del templo de la calle Martín Olave, la asociación cultural de paquistaníes en la ciudad, que «recapaciten» y se den unos meses de «reflexión» antes de arrancar la polémica obra.
Los impulsores de este nuevo espacio de culto podrían empezar los trabajos de acondicionamiento de la lonja la próxima semana, aunque no sería la primera vez que los retrasan ante el malestar vecinal. De hecho, poseen licencia de obra desde marzo y la lonja permanece casi con el mismo aspecto que cuando se hicieron con ella. Sin embargo, al parecer, su adquisición tenía un fin muy diferente. «Querían hacer una carnicería, pero uno de ellos tuvo un problema personal conmigo y entonces, como venganza, decidieron abrir una mezquita», explica Iftehar Ahmed, presidente del colectivo paquistaní en Vitoria, quien incluso ha puesto su cargo a disposición de los responsables del proyecto «para acabar con este capricho».
Mohamed Bahi, de la asociación sociocultural Alhouda, Fuyçal Hiret, representante del Consejo Musulmán Vasco -colaborador en la redacción de la ley vasca de libertad de culto-, y Muhammad Yousaf, imán del templo de la calle Tenerías, coinciden en el origen de la polémica y temen que la tensión vivida en Zaramaga «salpique» al resto de su comunidad. «Están jugando con fuego y nosotros no queremos confrontación ni que se creen guetos. Hemos venido a trabajar y nuestros hijos han nacido aquí», defienden estos hombres que, en su mayoría, llevan en torno a dos décadas en la capital vasca. Sus argumentos han llegado también a oídos de los impulsores de la mezquita, la novena que acogería Vitoria. «Hemos tenido unas 25 reuniones. Decían que estaban de acuerdo con lo que habíamos hablado, y luego cambiaban de idea y decían que no. No hacen caso a nadie», comenta Iftehar.
«Son una minoría»
El imán del templo de la calle Tenerías les ha explicado más de una vez que entre sus paredes caben de 700 a 800 personas y que, además, se encuentra «bastante cerca» del local previsto en Zaramaga y al que el Gabinete Maroto ha ofrecido una alternativa -también rechazada por los vecinos- en el antiguo vestuario de los campos de fútbol de La Vitoriana. «No nos oponemos a que se abran más mezquitas pero decimos que ésta no es ahora necesaria», recalcan casi al unísono estos representantes de diferentes lugares de culto al Islam de Vitoria. Los paquistaníes que desean levantar el nuevo espacio son «una minoría y deben estar movidos por alguien que no sabemos quién es», añaden.
Por ello, los líderes de esta comunidad con más de 8.000 fieles en la capital vasca recomiendan mirar «a las 2.000 personas que han firmado en contra de esa mezquita y no a las cuatro que quieren abrirla». A estos últimos ciudadanos les solicitan también que ayuden a «calmar los ánimos» y «razonen si de verdad es una necesidad» su apertura.

domingo, 18 de septiembre de 2011

MÁS AYUDAS

La reestructuración y redefinición o lo que es lo mismo poner orden a las ayudas sociales, que el Gobierno de Vitoria ha emprendido, está levantado un gran huracán político en el Ayuntamiento de la capital. Los grupos de la oposición, en una alianza atípica y anti natura, han criticado los métodos para luchar contra el creciente timo en el cobro de las prestaciones a los más necesitados. A pesar de esa disconformidad se está poniendo de manifiesto la sintonía entre la ciudadanía y el gobierno municipal. Las acusaciones por parte de socialistas y nacionalistas de actuar con carácter populista y generador de un sentimiento discriminatorio son infundadas.

Lejos de quejas, a toda luz viscerales, hay que situar en un primer plano lo que en realidad está sucediendo. La generosidad de las instituciones ha contribuido a fomentar la picaresca. El fraude, en los últimos tiempos, se ha incrementado de forma exponencial, aunque se negaba por parte de quienes lideraban la ciudad hasta el pasado mes de mayo. El malestar de la ciudadanía era evidente. Se reclamaba y reclama de forma urgente una justicia social que pasa por dificultar a todos aquellos que se burlan de la bondad de los ciudadanos.

Desde el Gobierno Vasco se está actuando con exquisita sensibilidad y con un claro objetivo, boicotear a los estafadores. Se endurecen las condiciones para acceder a las ayudas, pero compatibles con la solidaridad. Además la refuerzan tratando de que se beneficien el mayor número posible de las personas que las necesitan realmente y sin recortar las cuantías presupuestadas. El Gobierno de esta ciudad, en clara corresponsabilidad con el ejecutivo autonómico, refuerza las nuevas normas con la finalidad de perseguir el fraude. Una responsabilidad de obligado cumplimiento para cualquier gobierno comprometido con la sociedad.

Interpretar esta estrategia dirigida contra los estafadores sociales como algo negativo y falto de sentimiento es todo un despropósito. A nadie sensato y racional le gusta que nuestros recursos vayan a parar a manos de timadores que, con su actitud delictiva, sin escrúpulos y obscena, condenan a personas carentes de recursos a una profunda indigencia.

sábado, 17 de septiembre de 2011

DEUDAS

Las comunidades autónomas han rebasado la línea de lo razonable. El gasto está siendo desmesurado con relación a los ingresos. La actividad no solo se ha ralentizado si no que esta en un duro retroceso. El desempleo está alcanzando cotas alarmantes. El sistema público sanitario se encuentra en un tunel muy oscuro lo cual significa una disminución en las prestaciones. Si a este panorama le sumamos la falta de lealtad de los indempendentistas catalanes, vascos y galegos pora superar la situación nos hallamos en una encrucijada de dificil salida.
A pesar de todo nadie se atreve a dar "un puñetazo" en la mesa y decir "ya basta". Hay que eliminar gastos no prioritarios y atender las verdaderas necesidades. Tenemos que desarrollar una estrategia cuyo objetivo sea recuperar la confianza de los mercados. Nos sobran las televisiones autonómicas. Nos sobra una administración sobre dimensionada. Nos sobran responsables políticos. Falta un ERE público. Tenmos un exceso de nóminas, tenemos demasiado empleado públicos. Una prueba de ello es la baja productividad y escasa eficacia. Somos un país en el que la burocracia nos ahoga y nos hipoteca restandonos competitividad.

El barco está a la deriva, pero lo más grave es que el capitán esta ausente. El timón gira y gira sin que nadie lo controle. Estamos en unas condiciones lamentables. Somo marineros a punto de contraer el escorbuto. Nos alimentamos de lo mismo desde hace tiempo. Deuda, deuda y más deuda. Nos queda demasiado tiempo hasta el 20-N día "de la salvación". Si en este país aún queda sensated daremos el testigo al partido que ocupa a día de hoy la oposición y que parece tener ideas claras para sacarnos de esta crisis. Esperemos que las espectativas se cumpan y retomemos el camino que todos deseamos

ADECUACIÓN

La adecuación a los nuevos tiempos que se ha realizado para poder acceder a las ayudas sociales ha levantado grandes ampollas entre los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de la ciudad. Han acusado al Gobierno de la capital de populista y de sembrar sentimientos entre la población que pueden ser generadores de importantes problemas.
Todos los ciudadanos estamos en sintonía cuando admitimos que vivimos tiempos difíciles. Tiempos en los que se hace prioritario una administración de recursos rigurosa. Los ingresos en la administración tienen una tendencia clara a disminuir por lo que es imprescindible replantearse los proyectos que se preveía llevar a cabo. Uno de ellos es el referido a las ayudas sociales. Es algo muy sensible, pero también debe realizarse un estudio para un nuevo planteamiento sin restar prestaciones. El gobierno de la ciudad sin disminuir la cuantía que se dedica a las ayudas sociales ha dado los primeros pasos.

Ha puesto en marcha un proyecto que trata de detectar el fraude. Un aspecto imprescindible para identificar a todos aquellos que tratan de estafar a la sociedad. Una actuación tan sensata que ha desencadenado un gran malestar entre los grupos de oposición en el Consistorio. Se han oído frases deplorables pronunciadas por el ex-alcalde Lazcoz. "A vitoria se la va a conocer como racista y xenófoba". No entiendo que para expresar un desacuerdo político se lancen consignas fuera de lugar. Es totalmente rechazable que un responsable político de tanta relevancia, como Lacoz, utilice argumentos tan barrio bajeros para ejercer la oposición.

Es la primera vez en esta ciudad que un representante de los ciudadanos actua con métodos que no recoge la democracia. Lazcoz está actuando como un pirómano. Tiene como objetivo desgastar al gobierno a cualquier precio. El ex-alcalde no parece haber entendido el mensaje que le transmitieron los ciudadanos. Le colocaron en la oposición. Optaron por los populares que en su proyecto de gobierno recogía acabar con los defraudadores y lo están poniendo en marcha.

sábado, 10 de septiembre de 2011

SOLIDARIDAD

SOLIDARIDAD
Los nuevos tiempos requieren nuevos planteamientos, nuevas fórmulas. El formato solidario que venía desarrollándose apenas es efectivo. Hay que redimensionarlo mirando al futuro. Es una reflexión y un reto que una sociedad madura y sensible debe plantearse. Para que nadie se sienta molesto las normas para la solidaridad a nivel institucional deben adaptarse a la realidad. Debe reinventarse una mejor manera de llevar a efecto la solidadridad.

En la actualidad para elaborar proyectos solidarios se ha de tener en cuenta, desafortunadamente, el fraude. Como consecuencia dichos proyectos deben contener mecanísmos contra quienes tratan de timar a la sociedad. Debemos proteger nuestra generosidad frente a un pequeño sector de la población que trata de vivr "con el sudor del de enfrente". Algunos pretenden desarrollar una nueva profesión que denominan el "vividor de las instituciones", el insolidario. Es decir tumbarse al sol sin dar "palo al agua".

Las propuestas del grupo "popular" de poner coto al fraude, del cobro de las ayudas sociales, es una buena señal que desde la política están siendo sensibles con la realidad de la calle. Ampliar el tiempo de empadronamiento para tener derecho a que la sociedad sea solidaria con ciudadanos que están pasando un mal momento es muy sensato y posiblemente será aplaudido por todos. La antiguedad en cualquier ámbito se cotiza al alza y este caso no es escepción.

En el proyecto para la reforma "de la solidaridad" cuya filosofía es muy acertada se echa de menos aspectos que están en la opinión de la calle. No se recoge en la modificación la devolución por parte del perceptor de las ayudas, cuando éste haya salido "del pozo", al menos una parte de lo recibido ya sea en forma de servicio a la comunidad o devolviendo con los recursos prestados. Es la factura que una sociedad madura y democrática debe ingresar. Es de justicia

Lo importante, en este momento, es que se vayan dando pasos para cortar de una vez por todas las prácticas fraudulentas que se dan cada vez más. De esta manera se despejarán muchas dudas y aflorará todas las malas actitudes que perjudican al conjunto de la sociedad.

sábado, 3 de septiembre de 2011

RECHAZO

RECHAZO
Cada vez que se proyecta una mezquita en este país surgen movimientos ciudadanos que rechazan su implantación. Es realmente un serio problema que se va expandiendo de forma preocupante. La oposición a este culto, en la mayoría de las ocasiones, es debido a cierto temor que se tiene hacia las personas que practican la religión de Ala. De igual manera ese rechazo nace también por la falta de conocimiento de las culturas que han ido apareciendo en esta tierra debido a la numerosa emigración.

Es por tanto necesario y urgente resolver este gran problema antes de que se genere la semilla xenófoba de consecuencias imprevisibles. Las intituciones junto con los colectivos ciudadanos tienen una ardua tarea que desarrollar. Campañas informativas y de sensibilización deben ponerse en marcha. Dar a conocer las diversas culturas que se encuentran entre nosotros es un ejercicio pedagógico que nos llevaría ha entender el caracter de la emigración. La falta de información es en algunos casos motivo de malestar que desemboca en una dificil convivencia. A pesar del déficit informativo los ciudadanos tenemos la responsabilidad de no mostrar nuestro rechazo porque ello puede abocar a que la emigración "levante barreras". Construya murallas para instalar guetos" que serían muy dificil de clausurar.

Una mezquita es un lugar de culto musulmán al igual que una iglesia es un lugar sagrado para los católicos y por tanto debemos ser respetuosos con cualquier creencia. Rechazar espacios de culto por temor a las personas que ejercen un derecho que constitucionalmente está reconocido es cuanto menos algo fríbolo. Vivimos en una sociedad que presume de estar situada en el "primer mundo". Nos encontramos en un país cuyo régimen se llama democracia que es sinónimo de tolerancia. Rechazar lo desconocido en un estado democrático equivale a intolerancia. La intolerancia nunca ha tenido seguidores y cuando los ha tenido siempre han acabado derrotados. Seamos sensatos y comencemos a mostrar interés por el vecino foráneo. Mostremos nuestra solidaridad en estos tiempos difíciles para todos interesándonos por su forma de vivvir, su cultura. De esta manera contribuiremos a que esta sociedad sea más justa.