martes, 6 de diciembre de 2011

RACIONALIDAD

El recorte importante de los sueldos de algunos trabajadores del Ayuntamiento, que se va ha llevar a cabo, no son lo suficientemente convincentes para que los ciudadanos tengamos la certeza que se va ha realizar un verdadero reajuste en las cuentas municipales.



Las medidas económicas que están llevando a la práctica los diferentes responsables políticos de las instituciones no van ha surtir efecto en la opinión de la ciudadanía hasta que la reputación y credibilidad de la clase política no se recupere.



No sería justo reconocer que el gabinete Maroto lleva pocos meses al frente de la capital alavesa y por tanto deberíamos otorgarle un margen de confianza. Pero los tiempos que corren no son los más adecuados para ningún tipo de relajación.



La crisis por la que atravesamos no está dando ningún respiro. Las decisiones duras y difíciles no pueden esperar. Los gestores políticos han de ser valientes, aunque no deben olvidar que con el ejemplo se amortigua los duros efectos. Si se ajustan los honorarios de los funcionarios no deben olvidar que la nómina de los políticos debe ser proporcionada a la recaudación.



Nadie podría entender que la clase política no se viera aceptada por la crisis con respecto a sus ingresos. La catarsis política debe llevarse a cabo sin dilaciones. En juego está no solo su prestigio y credibilidad si no que también nos va en ello la pronta salida de la difícil situación.