RENOVE PARA IPARRALDE-ZARAMAG

La AAVV-IPARRALDE-ZARAMAGA , integrada en FAVA, está satisfecha ya que el concejal de urbanismo, J.C.Alonso, ha descolgado el teléfono para informarse de los planes sobre la rehabilitación y renovación de viviendas y barrios que está diseñando el Gobierno Vasco. Parece que ha escuchado lo que esta Asociación venía informando a los ciudadanos. Estamos participando en la reforma de la ley de vivienda como parte de nuestra labor de participación ciudadana. Al contrario de la concejalía de Urbanismo que no estaba al corriente de un nuevo proyecto de ley de vivienda. No podemos más que felicitarnos porque tras varios meses de trabajo desde la Asociación y FAVA veníamos reclamando al fin se están poniendo al día en la concejalía de Urbanismo para poder actuar en consecuencia.

Estamos, a pesar de ello, preocupados porque se ha fomentado desde el gobierno de la ciudad un gran malestar ciudadano. No vemos ninguna actuación en el llamado Plan Renove vaya más allá del simple derribo. Las aportaciones municipales no contienen aspectos sosiales y urbanísticos que añadan valor en los lugares que se han escojido para renovar. Nuestra valoración, por tanto, a la gestión urbanística, de este Ayuntamiento, es bastante negativa. El departamento de vivienda del Gobierno Vasco está siendo realista y sensible a pesar de ser una institución más alejada del ciudadano.

El ejecutivo autónomo ha sabido diagnosticar que nunca se ha hecho una clara apuesta por la rehabilitación y renovación urbana. Hasta ahora se ha primado el número de beneficiarios frente a las actuaciones o la eficiencia. En Vitoria se retiraron las ayudas para la rehabilitación de fachadas en el año 2007, ayudas que no consistían en un mero brochazo. Se trataba de aislar térmica y acústicamente unos edificios algo obsoletos. A pesar de un notable éxito, de estas actuaciones, la concejalía de urbanismo decidió retirar las ayudas, algo que fue muy protestado en su día ya que significa para algunos vecinos no poder mejorar su calidad de vida, porque hacer frente a estas mejoras les resulta muy gravoso.

También estamos defraudados por los que están al frente de la ciudad. Se ha puesto de manifiesto la falta de sintonía entre las instituciones. Este déficit se refleja en la ciudadanía, intranquilidad allí donde se quiere actuar. Zaramaga, Ariznavarra, Arechabaleta, etc, son buenos ejemplos de no saber hacer los deberes. El rechazo vecinal es evidente. El colectivo vecinal reclama un nuevo proyecto al Ayuntamiento, siguiendo los nuevos postulados consensuados con el Gobierno Vasco.

Ahora se está demostrando que el señor J.C. Alonso está siguiendo el camino que está Asociación le ha venido señalando sin caer en la demagogia de atacar al mensajero, pero el daño que ha hecho a los ciudadanos continua. Saber rectificar es de sabios, por lo que esperamos que el refran se confirme en el seno del gobierno de la ciudad.

CENTROS CIVICOS

Los Centros Cívicos de Vitoria, no cabe duda, que son un referente en todo el país. Son ya veintiún años, que han transcurrido, desde que se inaguró el primero de la serie. Los resultados son altamente satisfactorios. Los réditos cosechados, a lo largo de estas dos décadas, están avalados por el grado de satisfacción de los ciudadanos. La prensa lo ha reflejdo claramente, pero también ha destapado un aspecto que lleva a una seria reflexión. El coste, en su mantenimiento, que está generando, este tipo de instalaciones, puede llegar a ser muy gravoso para las cuentas de este Ayuntamiento.

Veinticinco millones de euros es una cifra importante que irá en aumento a medida que se amplie la red de Centros Cívicos. Una factura que podría convertirse en un gran problema en un futuro, pero que debe abordarse antes de que esto suceda. Sin complejos. Con un único objetivo claro, garantizar la continuidad de todos los servicios y actividades que se prestan. Hay que poner en valor muchas actividades que se ofertan en este espacio. Valorar lo que se se posee tiene un precio. En esta ciudad se ha implantado la cultura del gratis total. Estamos acostumbrados a disfrutar de que cualquier instalación municipal de una manera casi gratuíta. Como si fuera un maná que llueve del cielo. Disfrutamos de una oferta de actividades muy enriquecedora y amplia, de calidad. El coste para los ciudadanos, que se benefician de cada una ellas, no cubre el precio real. El déficid adquirido debe ser sufragado por todos lo cual repercute en el incremento de impuestos. Una socialización que es algo injusta que debe ser corregida.

CIUDADANOS DE PRIMERA Y SEGUNDA CLASE

Desde la AAVV -IPARRALDE-ZARAMAGA vemos que la transformación del Casco Medieval va encaminado en la buena dirección y por lo tanto, como no podía ser de otra manera, todos estamos de enhorabuena. Los esfuerzos tanto de las personas como la buena gestión de los recursos están cosechando un éxito muy importante para la ciudad.

La rehabilitación de las fachadas, dándolas colorido y espectacularidad, pero sobre todo vamos a contemplar, en ellas, plasmado el talento de los artistas que lleven a cabo la labor. Todo ello como hemos afirmado es un gran proyecto, aunque está creando agravios comparativos. Salvando lo importante que resulta para una ciudad el Casco Medieval, en esta zona como otras de la ciudad viven personas. A ellas la administración se bebe.

La AAVV- IPARRALDE ha venido reclamando la recuperación de las ayudas a la mejora de las fachadas de Zaramaga, para el aislamiento térmico y acústico de las vivendas. Desde el Gobierno municipal no han sido receptivo a las reclamaciones lo cual impide a muchos ciudadanos mejorar su calidad de vida. El acometer las mejoras, sin ninguna clase de ayuda es muy gravoso para los vecinos que en un porcentaje importante tienen unos ingresos limitados.

En los presupuestos de los años 2006 y 2007 se habilitaron partidas presupuestarias por valor de un millón de euros para la mejora de fachadas en el barrio de Zaramaga que iban a ser ampliadas a otras zonas atendiendo a sus necesidades de mejora urbanística. La retirada fulminante de las ayudas creó un gran malestar que ahora vuelve a emerger, cuando se está proyectando la mejora de viviendas con importantes ayudasm como es en el caso del Casco Medieval.

No tratamos de crear polémica entre ciudadanos al contrario apoyamos incondicionalmente todo aquello que vaya dirigido a cualquier mejora, pero la administración, en este caso, el Consistorio de Vitoria, está considerando que existen ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Desde la AAVV IPARRALDE- ZARAMAGA instamos a que al Gobierno Municipal ponga los cimientos para ejecutar un Plan de Regeneración y rehabilitación del barrio. Un Plan en el que la participación de los vecinos sea la espina dorsal del proyecto. La AAVV IPARRALDE, presentó ya hace unos meses, a todos los grupos políticos del Ayuntamiento, incluído el Gobierno, unas directrices bien cofeccionadas para la mejora del barrio, que denominamos Plan-Peruz.

Un Plan, como el Peruz, está muy en sintonía con los proyectos que se están elaborando desde el desde la Consejería de Vivienda. Sus actuaciones se enmarcan en la recuperación de las zonas que con el paso del tiempo van deteriorándose. Estamos en condiciones de decir que todo aquello que no vaya en el misma dirección que se marca desde el Gobierno Vasco el fracaso será absoluto. Lo cual significará que no habrá recursos para mejorar todos aquellos lugares que se estimen opurtunos.

Aplazar una y otra vez actuaciones de mejora en algunas zonas que claramente lo están deman dando es ser el más claro impulsor de la guetización. Todos aquellos lugares que por diversas causas no se acometen las acciones necesarias, por parte de la administración, su deterioro llegará inexorablemente y como consecuencia las clases menos favorecidas ocuparán los espacios de otras personas que renuncian a su permanencia en el lugar ya que sus recursos pueden permitirselo.

Estamos por tanto a la espera de una respuesta no ya a la Asociación, que también, si no a los vecinos que son ellos la principal prioridad que cualquier institución.

SUSTITUIDO EL DIRECTOR DE SEGURIDAD CIUDADANA

La sustitución del director de Seguridad Ciudadana, señor Anitua, desde la Federación nos ha sorprendido de manera preocupante. La noticia dada a conocer en vísperas de unas vacaciones, como las de la Semana Santa, lo hace más preocupante si cabe ya que consideramos que es una estrategia para que la noticia pase lo más desapercibida posible para los ciudadanos.

Desde FAVA entendemos que es el resultado que el ámbiente entre los agentes no estaba siendo el más adecuado y esta renuncia confirma que el señor Anitua era parte del problema que estaba emergiendo en el seno del cuerpo. Entendemos que este hecho no debería influir en el rendimiento y funcionamiento de los agentes, pero es la prueba clara de que la politización de la Policía Local está acentuándose de forma preocupante. Sin restar méritos al ya ex-jefe de Seguridad Ciudadana, su elección no ha resultado satisfactoria ya que no contaba con una experiencia en la organización y gestión de ninguna clase de policía y los representantes de los trabajadores tampoco consideraban que era la persona más idónea, como nos trasmitieron en la sede de la Federación el pasado 29 de Marzo los propios representantes de los agentes.

Todo esto era conocido. Los sindicatos lo habían puesto de manifiesto públicamente, pero a pesar de ello el Concejal de Seguridad, señor Bully, trata de ignorar lo que sucede a su alrededor. No sabemos que le ha hecho tomar la decisión de relevar al señor Anitua de su labor, pero lo que está claro es que es una pérdida de confianza ya que su nombramiento es de libre designación.

La problemática, que desde la Federación hemos venido señalando, es que se utiliza la seguridad de la ciudad, como tema de debate político. No se aborda esta cuestión, que es puramente estratégica, fuera de cualquier utilización partidista. Es perjudicial para la sociedad. Reclamamos, con acuse de recibo, por que los consensos se instalen en la corporación municipa unidos a los criterios de los profesionales en la materia.

Existe un clara unanimidad ciudadana, la plantilla de policía local es muy limitada. Este hecho coincide, como hemos comprobado, con lo que reclaman los representantes sindicales. Más agentes para estrechar los caminbos de la delincuencia. La capacidad de trabajo por este importante hecho se hace notar día a día. Los datos sobre el aumento de los delitos en la ciudad lo confirman de forma cruda. A esto, hay que añadir la falta de de protocolos de coordinación con la Policía Autónoma. Una descoordinación que se ve reflejada en cuanto a la efeciencia. Los innumerables robos que todos tenemos conocimiento en el barrio de Mariturri hubieran tenido escaso éxito de haber habido una sintonía entre ambas policías. Dato este que nos ha sido facilitado por los representantes de los agentes locales, lo cual nos enciende la voz de alarma en cuanto a que la política se inmiscuye en demasiadas parcelas de la cotidianeidad.

Desde FAVA invitamos a que se hagan las rectificaciones que sean necesarias para que el funcionbamiento de la segfuridad en la ciudad sea lo más aceptable posible. Todo depende de la voluntad del Gobiernbo de la ciudad. Una voluntad que no se ve reflejada en los presupuestos del presente ejercicio. No existe ningúna partida presupuestaria para ampliar el número de agentes. Algo que pasará factura a todos.

INFORME DE LA POLICIA LOCAL

En la reunión mantenida con los sindicatos de Policía Local, a requerimiento de estos, ha sido muy esclarecedora. Se nos informó del malestar generalizado del cuerpo policial teniendo como resultado hasta ahora la dimisión del jefe de policía local, señor Anitua. Un puesto de libre designación que no ha cosechado grandes simpatías entre los agentes. Afirman que carece de profesión con lo que consideran que no fue un acierto su nombramiento.

En primer lugar y a preguntas de una de las asociaciones presentes sobre las relaciones de policía de Vitoria y autonómica, se ha señalado que existe un protocolo de coordinación entre ambas, pero que solo sobre el papel. En la práctica no se da, con los perjuicios que conlleva ya que no se fortalece la protección a la ciudadanía. Un ejemplo de la falta de corresponsabilidad es con lo que sucede en Mariturri. Los innumerables robos en los camarotes, hasta la fecha más de 215 en pocos meses, la colaboración de ambas estructuras policiales podrían haber amortiguado en gran medida los robos.