La sustitución del director de Seguridad Ciudadana, señor Anitua, desde la Federación nos ha sorprendido de manera preocupante. La noticia dada a conocer en vísperas de unas vacaciones, como las de la Semana Santa, lo hace más preocupante si cabe ya que consideramos que es una estrategia para que la noticia pase lo más desapercibida posible para los ciudadanos.
Desde FAVA entendemos que es el resultado que el ámbiente entre los agentes no estaba siendo el más adecuado y esta renuncia confirma que el señor Anitua era parte del problema que estaba emergiendo en el seno del cuerpo. Entendemos que este hecho no debería influir en el rendimiento y funcionamiento de los agentes, pero es la prueba clara de que la politización de la Policía Local está acentuándose de forma preocupante. Sin restar méritos al ya ex-jefe de Seguridad Ciudadana, su elección no ha resultado satisfactoria ya que no contaba con una experiencia en la organización y gestión de ninguna clase de policía y los representantes de los trabajadores tampoco consideraban que era la persona más idónea, como nos trasmitieron en la sede de la Federación el pasado 29 de Marzo los propios representantes de los agentes.
Todo esto era conocido. Los sindicatos lo habían puesto de manifiesto públicamente, pero a pesar de ello el Concejal de Seguridad, señor Bully, trata de ignorar lo que sucede a su alrededor. No sabemos que le ha hecho tomar la decisión de relevar al señor Anitua de su labor, pero lo que está claro es que es una pérdida de confianza ya que su nombramiento es de libre designación.
La problemática, que desde la Federación hemos venido señalando, es que se utiliza la seguridad de la ciudad, como tema de debate político. No se aborda esta cuestión, que es puramente estratégica, fuera de cualquier utilización partidista. Es perjudicial para la sociedad. Reclamamos, con acuse de recibo, por que los consensos se instalen en la corporación municipa unidos a los criterios de los profesionales en la materia.
Existe un clara unanimidad ciudadana, la plantilla de policía local es muy limitada. Este hecho coincide, como hemos comprobado, con lo que reclaman los representantes sindicales. Más agentes para estrechar los caminbos de la delincuencia. La capacidad de trabajo por este importante hecho se hace notar día a día. Los datos sobre el aumento de los delitos en la ciudad lo confirman de forma cruda. A esto, hay que añadir la falta de de protocolos de coordinación con la Policía Autónoma. Una descoordinación que se ve reflejada en cuanto a la efeciencia. Los innumerables robos que todos tenemos conocimiento en el barrio de Mariturri hubieran tenido escaso éxito de haber habido una sintonía entre ambas policías. Dato este que nos ha sido facilitado por los representantes de los agentes locales, lo cual nos enciende la voz de alarma en cuanto a que la política se inmiscuye en demasiadas parcelas de la cotidianeidad.
Desde FAVA invitamos a que se hagan las rectificaciones que sean necesarias para que el funcionbamiento de la segfuridad en la ciudad sea lo más aceptable posible. Todo depende de la voluntad del Gobiernbo de la ciudad. Una voluntad que no se ve reflejada en los presupuestos del presente ejercicio. No existe ningúna partida presupuestaria para ampliar el número de agentes. Algo que pasará factura a todos.
Desde FAVA entendemos que es el resultado que el ámbiente entre los agentes no estaba siendo el más adecuado y esta renuncia confirma que el señor Anitua era parte del problema que estaba emergiendo en el seno del cuerpo. Entendemos que este hecho no debería influir en el rendimiento y funcionamiento de los agentes, pero es la prueba clara de que la politización de la Policía Local está acentuándose de forma preocupante. Sin restar méritos al ya ex-jefe de Seguridad Ciudadana, su elección no ha resultado satisfactoria ya que no contaba con una experiencia en la organización y gestión de ninguna clase de policía y los representantes de los trabajadores tampoco consideraban que era la persona más idónea, como nos trasmitieron en la sede de la Federación el pasado 29 de Marzo los propios representantes de los agentes.
Todo esto era conocido. Los sindicatos lo habían puesto de manifiesto públicamente, pero a pesar de ello el Concejal de Seguridad, señor Bully, trata de ignorar lo que sucede a su alrededor. No sabemos que le ha hecho tomar la decisión de relevar al señor Anitua de su labor, pero lo que está claro es que es una pérdida de confianza ya que su nombramiento es de libre designación.
La problemática, que desde la Federación hemos venido señalando, es que se utiliza la seguridad de la ciudad, como tema de debate político. No se aborda esta cuestión, que es puramente estratégica, fuera de cualquier utilización partidista. Es perjudicial para la sociedad. Reclamamos, con acuse de recibo, por que los consensos se instalen en la corporación municipa unidos a los criterios de los profesionales en la materia.
Existe un clara unanimidad ciudadana, la plantilla de policía local es muy limitada. Este hecho coincide, como hemos comprobado, con lo que reclaman los representantes sindicales. Más agentes para estrechar los caminbos de la delincuencia. La capacidad de trabajo por este importante hecho se hace notar día a día. Los datos sobre el aumento de los delitos en la ciudad lo confirman de forma cruda. A esto, hay que añadir la falta de de protocolos de coordinación con la Policía Autónoma. Una descoordinación que se ve reflejada en cuanto a la efeciencia. Los innumerables robos que todos tenemos conocimiento en el barrio de Mariturri hubieran tenido escaso éxito de haber habido una sintonía entre ambas policías. Dato este que nos ha sido facilitado por los representantes de los agentes locales, lo cual nos enciende la voz de alarma en cuanto a que la política se inmiscuye en demasiadas parcelas de la cotidianeidad.
Desde FAVA invitamos a que se hagan las rectificaciones que sean necesarias para que el funcionbamiento de la segfuridad en la ciudad sea lo más aceptable posible. Todo depende de la voluntad del Gobiernbo de la ciudad. Una voluntad que no se ve reflejada en los presupuestos del presente ejercicio. No existe ningúna partida presupuestaria para ampliar el número de agentes. Algo que pasará factura a todos.
1 comentario:
El velo, que cubre a mujeres musulmanas su pelo, es un símbolo condenable. El velo simboliza la opresión del hombre hacia la mujer. Es la visualización del maltrato hacia la mujer. Lejos de significar un símbolo religioso, el velo significa el sometimiento de la mujer. Es un distinto de dominio, es una forma machista de expresión.
La democracia, sinónimo de libertad, no puede permanecer de brazos cruzados ante simbolismos que chocan contra la libertad. El sometimiento es algo inconcebible en el siglo XXI. Atenta contra los derechos humanos.
Los centros escolares, lugar de la base democrática, deberían plantear la censura para ciertas maneras de vestir, como la utilización del velo por parte de algunas niñas. Es contradictorio que mientras en la escuela se educa para la libertad sea la mismo centro docente quien acoja un símbolo de esclavitud.
Idioma: Castellano
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