Desde FAVA queremos responder a las alusiones que el señor Rueda, dirigente del Plan de Movilidad desde Barcelona, ha hecho hacia los que nos mostramos críticos con su Plan.
En primer lugar decir que estamos completamente de acuerdo que hay que reestructurar la ciudad en cuanto a la movilidad. Hay que tomar medidas, de forma anticipada, ante la expansión de la ciudad y el aumento poblacional y de personas que nos visiten.
Todo ello no significa que debemos dar la aprobación a todas aquellos planes que se realicen para llevar esta importante empresa a cabo. Como colectivo y conocedores de la ciudad, a diferencia del señor Rueda que solo la ha visitado en contadas ocasiones, tenemos la formación de un espíritu crítico constructivo y en nada descalificador, como en alguna ocasión henos entendido del señor Rueda hacia nosotros.
El director del Plan ve razonable el incremento de la OTA en más de un 280% y cuyo único argumento que esgrime es el que las ciudades del entorno también lo hacen. A todas luces un razonamiento lleno de demagogia y en nada le señala como persona consciente de la realidad económica actual. Es habitual que muchos municipios traten de elevar los impuestos. Las arcas públicas están vacías por la crisis. En algunos Ayuntamientos incluso se estudia implantar ERES entre el funcionariado.
Otra afirmación muy llamativa, que realiza el señor Rueda, es que el impuesto de circulación es por circular y por tanto no le da derecho al coche a un espacio de aparcamiento. Es fácil por tanto deducir que si existe un recorte importante para la circulación del automóvil, por la vía pública, el impuesto debería disminuir proporcionalmente.
La información que se ha dado sobre el Plan y en concreto sobre las líneas nuevas de autobús es deficiente si tenemos en cuenta que a sus clientes potenciales, las personas de mayor edad, a día de hoy nada saben oficialmente. No se ha tenido la sensibilidad de exponerlo en los centros de mayores.
Al señor Rueda desde FAVA no quisiéramos tildarlo con ningún sobre nombre, pero consideramos que nos debe un respeto a todos los ciudadanos cuando contesta, acompañado de carcajadas, a algunas cuestiones muy importantes y que afectan de forma vital a la economía de las familias. Una de ellas es que considera ridículo el pago de 40 euros por la tarjeta de OTA. Es un impuesto que disminuye la capacidad de hacer frente a los innumerables gastos que las familias tienen que afrontar para cuadrar sus cuentas. Imponer un nuevo impuesto en la actualidad es atentar seriamente contra los ciudadanos.
También queremos dejar claro que el Plan de Movilidad, que el señor Rueda ha vendido a este Ayuntamiento, no es muy original. Debe reconocer que es la copia de lo hecho en Suecia. Por lo tanto las imperfecciones están a la orden del día y claro está que la complicidad con los vecinos es vital para que tenga éxito.
Nada se dice en la entrevista sobre el Plan director de aparcamientos. Un verdadero pulmón para el vehículo particular y un incentivo más para la utilización del vehículo público. Tener un espacio de aparcamiento en los barrios es garantía para comprobar que el uso del transporte público es más ventajoso. Tener asegurado un espacio de aparcamiento, en las cercanías de las viviendas, es sinónimo que el Plan de Movilidad va por un buen camino.
En primer lugar decir que estamos completamente de acuerdo que hay que reestructurar la ciudad en cuanto a la movilidad. Hay que tomar medidas, de forma anticipada, ante la expansión de la ciudad y el aumento poblacional y de personas que nos visiten.
Todo ello no significa que debemos dar la aprobación a todas aquellos planes que se realicen para llevar esta importante empresa a cabo. Como colectivo y conocedores de la ciudad, a diferencia del señor Rueda que solo la ha visitado en contadas ocasiones, tenemos la formación de un espíritu crítico constructivo y en nada descalificador, como en alguna ocasión henos entendido del señor Rueda hacia nosotros.
El director del Plan ve razonable el incremento de la OTA en más de un 280% y cuyo único argumento que esgrime es el que las ciudades del entorno también lo hacen. A todas luces un razonamiento lleno de demagogia y en nada le señala como persona consciente de la realidad económica actual. Es habitual que muchos municipios traten de elevar los impuestos. Las arcas públicas están vacías por la crisis. En algunos Ayuntamientos incluso se estudia implantar ERES entre el funcionariado.
Otra afirmación muy llamativa, que realiza el señor Rueda, es que el impuesto de circulación es por circular y por tanto no le da derecho al coche a un espacio de aparcamiento. Es fácil por tanto deducir que si existe un recorte importante para la circulación del automóvil, por la vía pública, el impuesto debería disminuir proporcionalmente.
La información que se ha dado sobre el Plan y en concreto sobre las líneas nuevas de autobús es deficiente si tenemos en cuenta que a sus clientes potenciales, las personas de mayor edad, a día de hoy nada saben oficialmente. No se ha tenido la sensibilidad de exponerlo en los centros de mayores.
Al señor Rueda desde FAVA no quisiéramos tildarlo con ningún sobre nombre, pero consideramos que nos debe un respeto a todos los ciudadanos cuando contesta, acompañado de carcajadas, a algunas cuestiones muy importantes y que afectan de forma vital a la economía de las familias. Una de ellas es que considera ridículo el pago de 40 euros por la tarjeta de OTA. Es un impuesto que disminuye la capacidad de hacer frente a los innumerables gastos que las familias tienen que afrontar para cuadrar sus cuentas. Imponer un nuevo impuesto en la actualidad es atentar seriamente contra los ciudadanos.
También queremos dejar claro que el Plan de Movilidad, que el señor Rueda ha vendido a este Ayuntamiento, no es muy original. Debe reconocer que es la copia de lo hecho en Suecia. Por lo tanto las imperfecciones están a la orden del día y claro está que la complicidad con los vecinos es vital para que tenga éxito.
Nada se dice en la entrevista sobre el Plan director de aparcamientos. Un verdadero pulmón para el vehículo particular y un incentivo más para la utilización del vehículo público. Tener un espacio de aparcamiento en los barrios es garantía para comprobar que el uso del transporte público es más ventajoso. Tener asegurado un espacio de aparcamiento, en las cercanías de las viviendas, es sinónimo que el Plan de Movilidad va por un buen camino.
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