sábado, 26 de noviembre de 2011

EXCELENCIA

En los últimos años acceder a la universidad no es un reto importante para el conocimiento. El poder estudiar en un centro universitario se ha convertido en una etapa más de un estudiante. Prácticamente todos aquellos que aspiran a la universidad aprueban el examen de acceso.



En las últimas pruebas más de 97% han superado los exámenes de acceso. Lo cual significa que éstos no están a la altura de lo que debería significar la universidad. Las diferentes facultades son un lugar para que los más aplicados e inteligentes continúen su tarea de adquisición de conocimientos. El nivel exigible ha decaído tanto que en vez de universidad parece una guardería donde todos pueden acceder a ella.



Debemos ser realistas, racionales y sensatos. Reconocer que no todos nuestros hijos tienen las mismas actitudes es un gran beneficio para la sociedad. En este país se ha colgado como “pedigrí” pasar por la universidad. Hemos dejado a un lado la formación profesional tan digna como una carrera universitaria y en la mayoría de los casos abre muchas puertas al mercado laboral más fácilmente.



Queda una gran tarea pedagógica por delante. Hay que recuperar el prestigio del conocimiento que pasa por elevar el listón para superar las pruebas que abren las puertas universitarias. Un país en el que haya un número importante de estudiantes universitarios no es sinónimo de calidad. Una universidad no es un colegio de enseñanza obligatoria. Una universidad es la excelencia del conocimiento.

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