miércoles, 13 de octubre de 2010

LOS PILATOS ABUNDAN

Me sorprende la gran demagogia que emplean algunas personas cuando hablan de aspectos sociales y políticos. Es muy cómodo y fácil criticar a la clase política acusándola de Robin Hoods en sentido inverso tildándola de ladrona. Una opinión demasiado temeraria. Calificar a todos los políticos de ladrones es desconocer la labor de cientos de personas que trabajan como concejales en numerosos pueblos sin ningún beneficio personal. Al contrario les cuesta no solo dinero si no que a veces ponen en riesgo su persona por el mero hecho de pensar diferente.

La mayor parte de los políticos son honestos y muy trabajadores. Tratan de mejorar la calidad de vida de todos. No hay nada más que visitar pequeñas poblaciones incluso aldeas en los más reconditos lugares y ver como poco a poco mejoran, unos más rápidamente que otros, gracias a esas personas, concejales, que emplean el tiempo, que otros pasamos apostados en la barra del bar, en tratar satisfacer las necesidades del resto de sus conciudadanos.

Es una lástima que unos pocos políticos manchen la profesión de la política, aunque también es lamentable que muchos vecinos sean unos auténticos analfabetos de lo que sucede a su alrededor.

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