De verdadero lío es el que al final de la legislatura se está convirtiendo el proyecto BAI CENTER. En la recta final de la legislatura se presentan diversas mociones que lo único que generan es una gran confusión entre los ciudadanos. Unos apuestan por el aplazamiento de la obra hasta la próxima legislatura, PP, EU-IU, EA, otros quieren continuar adelante, PSE, y otros que no se aclaran si quieren continuar o no, PNV. Los ciudadanos creen que no nos merecemos que se nos esté “toreando” de la manera que se está haciendo.
No merecemos que se nos haya dado la espalda cuando hemos dicho alto y claro que no queremos proyectos faraónicos que nos hipoteque más de lo que ya estamos. Hemos gritado que basta ya de jugar con nuestro dinero. Tenemos derechos que se nos están censurando. Hemos expresado una y otra vez al unísono que el BAI no es lo que necesita ahora la ciudad. Necesitamos puestos de trabajo, empleo. No estamos en disposición ni siquiera de pensar si sería bueno o menos bueno la construcción del centro internacional BAI.
Solo tenemos en mente una idea, empleo, empleo y empleo. Se ha convertido en una obsesión y no es para menos. Ventidos mil empleados es un buen argumento de preocupación. Familias en las que ni un solo miembro aporta recursos, con un nivel de pobreza en aumento y sin que haya perspectiva para que la situación cambie. Estas son las verdaderas prioridades de los vitorianos que parecen que distan mucho de lo que nuestros políticos dirigentes tienen en su mente.
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