A nadie puede extrañar la decisión del Gobierno de la ciudad que en la actualidad recae sobre el PP, clausure el proyecto heredado BAI Center. En la reciente campaña electoral los “populares” se comprometieron a poner fin a la construcción del BAI. No solo una gran mayoría de la ciudadanía así lo demandaba si no que la sensatez debía imponerse. El coste de unos 200 millones de euros una ciudad, como Vitoria, a día de hoy no se lo puede permitir.
La reacción del conjunto de la oposición excepto BILDU es cuanto menos llamativa. Desde el grupo socialista se afirma que no llevar a cabo el proyecto resta credibilidad política. Algo curioso dicho por el exalcalde Lazcoz. Parece que este edil ha perdido la memoria selectivamente. En el pasado reciente el PP y PSE, mayoría suficiente, aprobaban el plan para que el Auditorio, diseñado por el arquitecto Navarro Baldeverg, se ejecutara el La Senda, pero en vísperas electorales el PSE retiró su apoyo. Una actitud que desactiva cualquier crítica a lo que ahora el señor Maroto ha hecho con respecto al BAI.
También sorprende la actitud crítica del PNV. Aunque teniendo en cuenta la pérdida de apoyo social en los últimos años es lógico que trate de buscar su espacio. A pesar de ello deben saber que en la pasada legislatura su posición con respecto al BAI no se entendió bien. Su equidistancia le resta credibilidad en la actualidad. No sabemos “si va o si viene”. Deben medir muchas actuaciones antes de dar ha conocer su postura públicamente. Lo contrario equivaldrá a continuar en tierra de nadie, en “el pozo de la segunda división”.
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