Ríos de tinta se han empleado para dar cobertura a todo lo relacionado con las mezquitas en nuestro país. Vitoria no ha sido la excepción, no es una isla. En estas últimas semanas la ciudad está protagonizando un capítulo alrededor de los centros de culto musulmanes. Los ciudadanos son muy escépticos ante la apertura de centros para el rezo musulmán.
El desconocimiento de otras culturas hace que se instale, en la sociedad, una especie de barrera. El hombre por naturaleza se coloca a la defensiva ante lo que no cree que pueda controlar. Está sucediendo que la falta de información, acerca de lo que significa realmente una mezquita, es un argumento importante para no considerar que forman “parte del paisaje” de la capital. Además los centros de culto que existen no se hallan ubicados en los lugares más idóneos. En algunos de ellos existe un malestar generalizado entre los vecinos.
Es evidente que hay una gran tarea por delante para llevar a cabo. Es imprescindible que las instituciones y colectivos que trabajan con emigrantes desarrollen campañas pedagógicas culturales. La mejor integración es la cultura del conocimiento. La cultura sirve para romper con viejos tabús que solo sirven para mantener las distancias entre las personas. Con voluntad y trabajo se pueden alcanzar objetivos fácilmente. Aunque todo ello debe realizarse de forma pausada. Sobre todo, los emigrantes, deben ser conscientes que son ciudadanos en fase de “adopción”. Una característica ha tener en cuenta siempre. Solo así la integración se realizará con garantías de éxito.
1 comentario:
Miguel Angel has plagiado esa entrada a Fernando Cuesta Garrido que aparece en babazorro.com.
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