miércoles, 8 de febrero de 2012

ACCIDENTE

Los pasados días sucedió un lamentable accidente en el que dos personas fallecieron. La causa del fallecimiento fue debida a un atropello cuando atravesaban la calzada por un paso de peatones situado en el barrio de Salburua. Manuel Bravo y Ana Amaro fueron las víctimas mortales y que desde aquí quiero mandar mi más sentido pésame a los familiares.

En cuanto al mortal accidente bajo mi criterio tengo muy claro que el único responsable es el conductor del vehículo. Todos debemos respetar las normas establecidas. Para que se cumplan en algunas ocasiones se utilizan elementos que ayudan a que se cumplan la normativa, aunque no garantiza su cumplimiento.

Los pasos de peatones son lugares muy sensibles y que el código circulatorio dice muy claro que sirven para facilitar el paso de peatones y los autos deben tener muy en cuenta para ceder al peatón el paso. Por parte de la administración puede colocar una serie de elementos alrededor de los pasos para reforzar la seguridad del peatón y que el vehículo se vea en la obligación de parar, pero quien en última instancia debe actuar correctamente es el conductor.

Otra de las normas que menos son respetadas por los conductores es el límite de velocidad. Se encuentra en el segundo lugar en cuanto a sanciones en nuestra ciudad. El pasado año se recaudó la “friolera” cantidad de un millón de euros pasados. Lo cual indica que en la capital no se tiene muy en cuenta esta norma. Todo ello a pesar que algunos radares de control de velocidad distribuidos en varios puntos intentan disuadir a los que van más allá de lo permitido.

Quiero concluir diciendo que tanto en el desgraciado accidente como al que me he referido anteriormente, como cualquier otro de estas o similares características el conductor es la “pieza clave” que puede evitarlo. La administración en ocasiones solo puede colaborar en aclarar los percances y responsabilizar penalmente si llega el caso al que se encontraba al volante. En resumen el conductor y el peatón deben respetar la ley, de lo contrarío podrían ser víctimas de su propia irresponsabilidad.

No hay comentarios: