lunes, 8 de noviembre de 2010

LAS CITAS Y LOS NERVIOS

La próxima cita electoral está reflejando un creciente nerviosismo en el seno de la "familia" política. Un nerviosismo que es más acentuado en los equipos políticos que en la actualidad trabajan para que los ciudadanos les confirmen su actual liderazgo al frente de las instituciones.

El gabinete Lazcoz, como malos estudiantes, tratan de finalizar sus tareas en vísperas de los pruebas finales. Una estrategia que no da buenos resultados. La presentación del proyecto Kronos es una evidencia clara del gran nerviosismo que aflora en el equipo gubernamental. Después de tres años de legislatura, una de las propuestas estrellas electorales, como es el impulso de la ciudad a través de un proyecto llamado Kronos, se está diluyendo como azucar en el café.

El proyecto que generó muchas expectativas, sobre todos entre los jóvenes, está dando los pasos imprescindibles hacia el precipicio. El corto camino por el que ha deambulado la propuesta ha estado llena de irregularidades que por no extenderme y por no "ahondar en la herida" no describiré. Nació contaminado y está finalizando con demasiado ruido mediático fruto del nerviosismo político. El alcalde Lazcoz no se resigna a dar por finiquitado una idea que en el el fondo tenía buenas perspectivas, pero la mala planificación ha dado al traste algo que podía haber sido muy positivo para la ciudad.

La legislatura está llegando a su término y desafortunadamente Vitoria, en los últimos años, no ha continuado estando de "moda". Era modelo de limpieza donde muchas ciudades se fijaban para copiar su gestión. Una ciudad donde la delincuencia era casi residual y que ahora es un gran problema debido a una mala planificación con el añadido importante de una carencia de efectivos policiales. Una carencia de agentes fruto de la mala gestión que ha dearrollado el gobierno de la ciudad.

Faltan pocos meses para ese examen final que los ciudadanos vamos a poner a nuestros políticos. Una prueba que servirá para legitimar programas o proyectos de las diferentes formaciones políticas. Unas propuestas que deberán estar suficientemente sustanciadas y por lo tanto que se puedan llevar a cabo. Propuestas reales y no solamente ideas más o menos brillantes como la que emerge del proyecto Kronos. Un proyecto etéreo y con la filosofía que caracteriza a los grandes magos.

Los ciudadanos tenemos la última palabra. El tiempo se acabó. Ahora es el tiempo de la ciudadanía.

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