Mientras la democracia va ganando espacio, en todos los ámbitos de la sociedad, el terrorismo de ETA continua intentando sobrevivir haciendo lo de siempre ha fomentando, el terror y el asesinato.
En esta ocasión la víctima ha sido un guardian, un gudari de la libertad. El policía nacional don Eduardo Antonio Puelles García. La banda ha sesgado su vida dejando a una familia huerfana de padre y esposo, una familia a la que todos debemos arropar y apoyar no solo en estos momentos tan dificiles si no que deben tener un espacio en nuestra memoria para siempre.
La muerte que el terror ha sembrado es una nueva antorcha que va ha iluminar a la sociedad en el camino que lleva a la derrota del terrorismo.
Estos violadores de la libertad cuyas conciencias áridas y desiertas de valores racionales y humanos deben saber que nada ni nadie en esta sociedad les dará dará ninguna clase de cobertura. El estado de derecho no se detendrá hasta que pagen el daño que han cometido.
Deben saber que el final de su lucha es la derrota que el estado de derecho se ha puesto como único objetivo.
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