lunes, 9 de enero de 2012

2012 AÑO NUEVO

2012 NUEVO AÑO
Atrás queda un año difícil en muchos aspectos. Social,ético, pero sobre todo económico. La crisis que se fue cimentando allá por el 2008 ha tenido su punto más álgido el pasado 2011. Nos deja como legado un record que nunca hubieramos deseado, más de cinco millones de desempleados y con un millón trecientas mil personas que no reciben ningún tipo de prestación social. A lo largo de los últimos 365 días se contabilizaron mil parados diarios, cifra que nos da una idea de la grave situación por la que atravesamos. La destrucción de empleo ha pasado a ser la estrella del pasado más inmediato.

La situación es tan sumamente alarmante que las consecuencias que arrastra son también alarmantes. La Seguridad Social se halla hospitalizada, padece síntomas de agotamiento. No dispone de suficiente oxigeno para continuar recorriendo el camino de forma autónoma y por tanto hay que suministrarle respiración asistida. Somos 17.2 millones de cotizantes número equivalente al que había en 2004, pero con una diferencia. En el 2004 existían 8,4 millones de jubilados y en la actualidad la cifra de pensionistas asciende a 9,3 millones. Sus balances, los de la S.S.como no podía ser de otra manera, han dado un resultado negativo. Los números rojos campan a sus anchas, como un virus fuera de control sin antibiótico que frene su depredación. Aunque el Gobierno ha garantizado el cobro puntual de las pensiones no cabe duda que habrá que ajustar y obtimizar los recursos.

El 2011 también ha sido un año duro para la moneda común, el euro. Se ha visto cuestionada debido a la salud económica de la deuda de algunos países de la UE. Grecia ha encabezado la lista negra junto con Italia sin olvidarnos de nuestro país donde un Gobierno que ya ha sido sancionado en las urnas nos ha llevado anun callejón muy oscuro. Nuestra deuda se ha disparado en pocos meses con medidas que para nada han sido beneficiosas para la economía. Las letras y bonos han llegado ha una rentabilidad del 7,2% y una prima de riesgo de 500 puntos básicos, lo que da una idea de la falta de credibilidad de nuestro país.

Tenemos ante nosotros un panorama que roza el drama. El estado de bienestar, del que nos beneficiábamos está sufriendo una reducción amplia y muy aceleradamente. El deterioro de las administraciones, en materia económica, es tan importante que no tienen capacidad suficiente para dar respuestas a necesidades elementales de la ciudadanía. Los recortes presupuestarios son los que van ha pasar a ser los protagonistas en estos primeros meses de 2012.

No podemos continuar como hasta ahora. El gobierno que lidera Mariano Rajoy debe relegar a un segundo término los compromisos que realizo durante la campaña electoral. La herencia envenenada y con un alto grado de falsedades, que ha recibido, debe ser corregida y reorientada hacia la superación de todos los obtáculos para remontar la crisis. Cuando esto suceda será el momento de reclamar las promesas electorales que realizó el PP. Será el momento de comenzar a cobrar las facturas que se comprometió a pagar. Si no lo hace las urnas les responderán.

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