ESPERANZA

La revuelta que está surgiendo en varios países islámicos es un aire de esperanza que se agota, cuando los dirigentes sátrapas, sacan a la calle sus huestes más leales. Los ciudadanos de buena voluntad, a pesar de sus ansias de libertad, suelen amedrentarse ante los métodos violentos que usan quienes se resisten a perder el bastón de mando. Llegar a establecer en un país las garantías suficientes para que sus ciudadanos puedan convivir en paz y libertad no ocurre de la noche a la mañana. El camino que hay que recorrer es duro y las víctimas que se dejan a tras son tantas que hay que evaluar si merece la pena llegar hasta el final.



Lo que está ocurriendo en lugares como Egipto son fruto del hartazgo hacia unos gobernantes que oprimen a la población de tal manera que no se percatan que todo tiene un límite. Perpetuarse en el poder disfrazando su elección de forma democratica no suele acabar de forma pacífica. Queda mucho camino que recorrer para que el mundo islámico escoja el camino que le lleve a una auténtica democratización. donde los derechos de las personas sean respetados de manera escrupulosa y el individuo sea el centro de atención por encima de la masa.



Será muy dificil llegar a alcanzar las bases que sustentan a las libertades, pero algo se empieza a mover y por tanto debemos felicitarnos y apoyarlo. Debemos dar una apoyo suave y sin más aspiraciones que un sutil asesoramiento. Tomar parte de forma importante sería contraproducente y surgiría el efecto contrario.