sábado, 19 de febrero de 2011

PREVENCIÓN

Como vecino de esta ciudad entiendo que la labor que está encomendada a los bomberos es la de sofocar incendios y la prevención de situaciones comprometidas para los ciudadanos. El colectivo de bomberos ha denunciado que están desarrollando tareas que no son propias de su competencia, como la de retirar carteles y pancartas de la vía pública. Sin ánimo de molestar a nadie de las partes implicadas, es extraño que se les ordene realizar dicho trabajo, pero también es justo señalar que son carteles que no solo ensucian ensucian las paredes, ensucian a la libertad..



Son carteles que atentan contra la democracia en la que se encuentra el propio cuerpo de bomberos . Son pancartas que colocan en la "diana" a la sociedad. Son panfletos que atentan contra un sector de la población que vive amenazado de muerte. Son en ocasiones octavillas que indican el domicilio de personas amenazadas con el fin de amedrentar y arruinar su vida.



Entiendo, que en ocasiones, los responsables del cuerpo de bomberos han podido equivocarse en la organización de los trabajos a realizar y la plantilla se haya sentido molesta, pero no es un buen argumento cuestionar ciertas órdenes que no están suficientemente reguladas. La orden de retirar los carteles, que describo, no considero que se debería cuestionar, pero también entiendo que tal vez se haya abusado de este tipo de mandato y se les haya querido llevar más allá de lo que hubiera sido deseable. Todos sabemos que la limpieza de la ciudad ha de realizarse por todas aquellas empresas que se hayan acreditado para tal fin.



La lucha contra el terrorismo es tarea de todos. Retirar carteles amenazantes forma parte de la batalla. La negativa de los bomberos de eliminar pancartas y carteles con un claro mensaje amenazador se debe contextualizar en el seno de la negociación colectiva. Es un instrumento añadido para conseguir un buen resultado en las negociaciones.



Sería deseable que todos, bomberos y administración, encauzaran la situación, pero sin perder la perspectiva de la verdadera tarea que compete a todos

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