sábado, 19 de febrero de 2011

LA NUEVA GENERACIÓN

Valorar positivamente la preparación de nuestros jóvenes es algo relativo puesto que la realidad no parece reflejar dicha valoración. Un dato a tener en cuenta es que a pesar de la formación los jóvenes no encuentran la ruta que les lleve a forjarse un buen futuro. Se hallan en una etapa llena de planos oscuros, desmoralizados ante un paisaje saturado de obstáculos.



Durante mucho tiempo se ha estado incentivando y fomentando la formación universitaria en detrimento de la enseñanza de oficios. Las Comunidades Autónomas se han dedicado a captar estudiantes para las universidades de su titularidad. Lo cual ha conllevado una masificación de la oferta. Para lo cual no se ha primado la excelencia del conocimiento al contrario se ha relajado el nivel de exigencia para llenar las innumerables aulas universitarias.



A todo ello debemos unir una planificación, de los estudios universitarios, sensiblemente mejorable obteniendo así un coktell de baja calidad y que en la actualidad estamos padeciendo. Tenemos exceso de abogados, periodistas y una larga fila de carreras de difícil salida laboral. Las consecuencias son que tenemos un paro del 43% fruto de la mala gestión económica, pero también de una deficiente orientación profesional. Es de urgencia llevar a cabo una estrategia para reestructurar toda la formación. Es necesario una reforma fuera del alcance e influencia de cualquier ideología. Que se base en responder a lo que sucede fuera de las aulas. Buscar complicidades es una tarea que debe permanecer como prioridad básica para poder acceder al mercado laboral.



Queda una gran tarea por delante, pero si no se aborda de forma inmediata se confirmará que perderemos una generación.

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