miércoles, 5 de enero de 2011

2011

2011
El nuevo ejercicio que nos queda por delante va ha estar lleno de muchas dificultades. La situación económica por la que atravesamos no invita al optimismo. Los dirigentes políticos tampoco están contribuyendo a despejar el futuro ya que las medidas que están poniendo en marcha para corregir la situación son en algunos aspectos escasas y en otros muy equivocadas.

En nuestra ciudad el regidor insiste una y otra vez en ejecutar una obra de una dimensiones muy importantes en el plano económico, como es el Auditorio, relegando a un segundo término las demandas ciudadanas. Está contribuyendo a forjar una deuda que va ha suponer para los vecinos de la capital un lastre para los años venideros. La crisis económica parece no importar al señor Alcalde y por ello actua sin ceñirse a la realidad de lo que sucede. ApoStar todo a una sola carta es correr el riesgo de perderlo todo, pero lo lamentable es que juega con las cartas de otros, las nuestras.

Nadie en la actualidad trata de impedir que la ciudad mejore en todos los aspectos, pero no significa que se tomen decisiones precipitadas. Todo debe tener su tiempo de ejecución. La realidad aconseja resolver los problemas más inmediatos y que no son otros que extender la mano a quien verdaderamente lo necesita y que no es tarea fácil. Colaborar en mejorar y recuperar la calidad de vida de las personas es el principal objetivo de una administración en tiempos de crisis. Las instituciones son el verdadero escaparate en el que todos nos debemos fijar. Todas aquellas personas que lideran la administración no deben olvidar que la gestión que realizan, de los recursos que aportamos los ciudadanos, depende el futuro de la sociedad. Cuando esos recursos son escasos la responsabilidad de quien se encarga de administrarlos es optimizarlos que no es sinónimo de despilfarrarlos como parece que algunos interpretan.

Proyectar modelos de ciudad acordes al siglo XXI no significa que se han de poner en marcha de una manera inminente. Los dirigentes políticos responsables son aquellos que tienen claro por donde caminar para que el futuro sea el futuro de todos. Saben perfectamente que no todos los tiempos son los mas idóneos para realizar inversiones que vayan a suponer un coste importante para la ciudad y sus ciudadanos. Los recursos son limitados y por tanto no es razonable acometer ninguna empresa sin que se disponga de los fondod necesarios y máxime en los tiempos de crisis como los que nos encontramos.

La actualidad reclama contención del gasto público. Las autoridades europeas así nos lo han recordado y hemos tenido que rectificar tomando decisiones duras, pero que pueden ayudar a superar la crisis. El señor alcalde de Vitoria parece vivir en otro lugar que dista mucho de la realidad. Contención del gasto no parece tener ningún significado para el señor Lazcoz si exceptuamos los recortes sociales a los que nos tiene acostumbrados. Como ejemplo están las partidas presupuestarias dedicadas a los asuntos sociales. Existe un recorte de al menos un 2% para el ejercicio que acabamos de estrenar. Un signo inequívoco que las personas no son la prioridad para gobierno de la ciudad.

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